El auge de la tecnología ha revolucionado la forma de comunicarse, incluido el sector juvenil. El entorno digital genera grandes oportunidades para establecer relaciones y conlleva consigo una serie de riesgos.
Desde el grooming, una amenaza insidiosa que se oculta detrás de las pantallas, hasta la omnipresencia de la pornografía y la proliferación de redes sociales que conectan a personas de maneras nunca imaginadas, un nuevo paradigma a la hora de establecer relaciones afectivo-sexuales se consolida de forma vertiginosa.
En este complejo tejido digital, las dinámicas de las relaciones afectivo-sexuales se entrelazan de maneras nunca experimentadas.
Ante estos desafíos, se pone una vez más sobre la mesa la necesidad de una educación sexual integral, accesible y adaptada a cada etapa madurativa. La falta de información puede causar mucho daño, especialmente en la juventud, a las personas más vulnerables.
Ante estos desafíos, se pone una vez más sobre la mesa la necesidad de una educación sexual integral, accesible y adaptada a cada etapa madurativa
Datos preocupantes de organizaciones como Save the Children nos alertan sobre la realidad en la que vive nuestra juventud. Más del 50% accede a contenidos pornográficos antes de los 13 años, y un 40% lo considera una fuente de aprendizaje. Estos números subrayan la urgencia de incorporar una educación sexual sólida y real en cada aula de nuestro país.
Desde la Federación Española de Sociedades de Sexología, entidad de la que soy presidenta, abogamos por una educación sexual integral que vaya más allá de la biología.
Es evidente que la prevención de los embarazos no deseados y la prevención de infecciones de transmisión sexual son fundamentales, pero temas como el consentimiento, las relaciones saludables, el erotismo del “buentrato”, y desde luego el placer son indispensables y más ahora ante los desafíos específicos de la era digital.
En este contexto, es crucial reconocer que los y las adolescentes buscan respuestas a sus dudas, quieren aprender sobre sexualidad y si no tienen acceso a fuentes fiables y rigurosas como la escuela o la familia, recurrirán a amigos, Internet y evidentemente a la pornografía.
La pornografía se puede convertir en el único modelo de relaciones sexuales del que aprender y al que imitar, ya que no tienen otro modelo con el que comparar. Esta búsqueda sin guía conlleva peligros a futuro, subrayando aún más la importancia de una educación sexual accesible y confiable.
La pornografía se puede convertir en el único modelo de relaciones sexuales del que aprender y al que imitar, ya que no tienen otro modelo con el que comparar
La propuesta gubernamental para proteger a los menores del contenido para adultos en Internet destaca la necesidad de una respuesta más amplia y estructurada.
Es fundamental integrar la educación sexual de manera efectiva en nuestro sistema educativo, un modelo basado en los derechos sexuales que promueva el placer, el bienestar, el respeto y el “buentrato” ofreciendo además a los/as jóvenes las herramientas para navegar la complejidad de las relaciones afectivo-sexuales en la era digital.
Este contexto, nos invita a reflexionar sobre cómo podemos mejorar la implementación de la educación sexual, buscando un enfoque inclusivo que informe, fomente la empatía y propicie el diálogo abierto.
Hoy más que nunca, posiblemente nuestra sociedad esté ya más sensibilizada y abierta ante la necesidad real de la importancia de la educación sexual integral en todos los ciclos vitales, sobre todo en la infancia y la juventud. Una educación sexual integral que se adapte al momento evolutivo de la persona, que se base en el bienestar, en el respeto mutuo y en el placer.
Una educación sexual integral que se adapte al momento evolutivo de la persona, que se base en el bienestar, en el respeto mutuo y en el placer
Desde la Federación Española de Sociedades de Sexología llevamos más de 20 años trabajando por ello en todos los ámbitos: adolescentes, profesorado, padres y madres e instituciones.
SOBRE LA FIRMA Francisca Molero Rodríguez es presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. Además, Molero es licenciada en Medicina y Cirugía con Máster en sexología y psicoterapia integradora. Es también profesora asociada de la Universidad de Barcelona y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología. Así mismo, es miembro titular de la Academia Internacional de Sexología Médica, vicepresidenta de Sexología Médica del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona y presidenta de Honor de la Societat Catalana de Sexología de la Academia de Ciències Mèdiques de Catalunya i Balears.